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El terrible efecto 2000

10 agosto 2008

No habíamos viajado nunca tan cerca en el tiempo en este blog como para llegar a la era de internet y los ordenadores.

El efecto 2000, también conocido como «el HOAX del milenio» es una preocupación que ocupa las primeras planas de los periódicos en los últimos años del siglo XX, amenazando con hacer explotar nuestras centrales nucleares, detener los aviones en pleno vuelo y hacer que nuestras tostadoras se volviesen contra nosotros.

El origen de la preocupación lo podemos encontrar en los años 40 y 50. En aquellas épocas la potencia de proceso disponible era ridícula, ya no sólo comparada con los ordenadores actuales, sino con un spectrum de los que usábamos para jugar al Bruce lee después de 30 minutos de carga. Había que optimizarlo todo al máximo, así que una de las maneras lógicas de hacerlo era usar sólo dos dígitos para la fecha, tal y como se hacía en los documentos en papel. ¿Quién no ha rellenado nunca un recibo en el que hay que poner la fecha y ya está escrito «__ de __________ de 19__»? Pues los programadores de aquellos años hacían lo mismo. Uno tenía que perforar las tarjetas para que las leyera el ordenador, y mejor si éste entendía que 61 era 1961, porque así sólo era necesario meter dos números en memoria.

Nadie pensaba que estos programas fuesen a durar mucho tiempo, pero resulta que en informática la gente utiliza cosas que han hecho otros anteriormente, y eso significa que las cosas se van arrastrando de programa a programa causando sólo pequeños problemas. Tan pronto como en 1958 Bob Bemer tuvo problemas con un programa de genealogía que estaba preparando.

En 1985, en la usenet, que es lo que se usaban los gafapasta antes de que existiese el foro de CPI, un usuario postea lo siguiente:

Lo que sucedía es que algunos programas que utilizaban esta forma de introducir las fechas podrían llevar a errores el día 1 de enero de 2000. Si la fecha era representada como 00, entonces el ordenador interpretaría que estábamos en 1900 otra vez. Incluso era posible que la fecha representada por el ordenador fuese 19100. Así, los cálculos de edad podrían dar lugar a resultados negativos, o exageradamente altos. Imaginemos lo que puede pasar si uno debe un par de euros de la hipoteca y le cargan intereses durante 17.100 años, o calculan su pensión basándose en ese dato.

Como a finales de los 90 habían muchas televisiones, y muy pocas noticias, la prensa se puso a exagerar el tema

o a parodiarlo


De errores de cálculo en algunos cálculos pasamos a pensar que las centrales nucleares se irían al carajo, que los misiles que se apuntaban entre EEUU y Rusia se dispararían y que cualquier aparato con un chip que tuviésemos en casa se nos rebelaría y nos atacaría: No sólo el ordenador, sino también la tele, el horno microondas o la nevera.

Como siempre que suceden estas cosas hay por un lado gente asustada y por el otro gente a la que le hacen chiribitas los ojos pensando en la pasta que van a sacar del miedo ajeno. Pronto el mundo se llenó de expertos informáticos que, por un módico precio, analizaban el software de tu empresa para detectar posibles peligros causados por el efecto 2000.

En la mayoría de casos lo que hacían los expertos era poner la fecha a algún momento del siglo 21, ver si el sistema lo aceptaba como válido o no y pasar una cuantiosa factura. Antes del año 2000 a los informáticos se les pagaba con dinero, y no en gominolas e invitaciones de tuenti, como desde que se desinfló la burbuja tecnológica en el marzo de ese año, así que las facturas eran realmente importantes. Se estima que se gastaron en resolver el problema 300.000 millones de dólares. La Nochevieja de 1999 mucha gente se la pasó en casa con la recortada y buenas provisiones de agua y comida.


Al final los incidentes documentados del efecto 2000 fueron los siguientes:

  • En Ishikawa, Japón, un equipo de supervisión de radiación falló a medianoche, pero los funcionarios dijeron que no había ningún riesgo para el público.
  • En Onagawa, Japón, una alarma sonó en una planta de energía atómica dos minutos después de la medianoche.
  • En Japón, dos minutos después de la medianoche, Osaka Media Port, una compañía de telecomunicaciones, encontró errores en el manejo de las fechas en parte de la red de la compañía. El problema fue arreglado a las 2:43 a.m. y no se interrumpió ningún servicio.
  • En Japón, la red de comunicaciones móvil de NTT (NTT DoCoMo), el operador celular más grande de Japón, divulgó el 1 de enero de 2000, que algunos modelos de teléfonos móviles suprimían los nuevos mensajes recibidos, en lugar de los viejos, cuando se llenaba la memoria.
  • En Australia, las máquinas validadoras de billetes de autobús de dos estados no pudieron funcionar.
  • En Estados Unidos, 150 máquinas tragamondedas en las pistas de carreras en Delaware dejaron de funcionar.
  • En Estados Unidos, el observatorio naval, donde funciona el reloj principal que marca el tiempo oficial del país, tuvo una interferencia de Y2K en su sitio Web. Debido a un problema de programación, el sitio divulgó que la fecha era el 1 Enero de «19100«.
  • En Francia, el servicio nacional de meteorología, Meteo Francia, dijo que un error de Y2K había hecho que su página web mostrara un mapa con el parte meteorológico del sábado con fecha «01/01/19100«.
  • En el Reino Unido, algunas transacciones de tarjetas de crédito fueron rechazadas o fallaron en conjunto mientras que trabajaron recíprocamente ciertos sistemas.
  • En Italia, Telecom Italia envió los primeros dos meses de cuentas, con fecha de enero de 1900.
  • En Iowa, Estados Unidos, un hombre fue penalizado por un vídeo atrasado que había alquilado, porque la computadora interpretó que estaba en su poder desde 1900.
  • En Pennsylvania, Estados Unidos, una computadora de la biblioteca de una escuela primaria cobró al cuerpo estudiantil excesivamente por tener prestados los libros durante 100 años.
  • En España, se detectaron problemas menores en dos centrales nucleares, en alguna gasolinera y en el sistema de recogida de datos de tráfico.

Alguno puede decir que tan escasos efectos son muestra de lo bien que se gastó el dinero que se destinó a solucionar el problema, pero lo cierto es que no hubo diferencia entre las empresas que gastaron su dinero en hacer algo y las que no, demostrándose que, básicamente, el tema del y2k era una patraña carísima.